Un curso nuevo, un curso más donde, con la ayuda de Dios, queremos ponernos al lado de los más desfavorecidos, de los que prácticamente no tienen nada y lo queremos hacer a través de Cáritas.
Y lo queremos hacer viviéndolo al estilo de san Francisco, con alegría, compartiéndolo con nuestras familias del Colegio, rodeados de la naturaleza, dando gracias a Dios y, en esta ocasión, pidiendo por la paz en la Tierra y en los corazones de todos los hombres y mujeres.
Subimos al Atalaya, le dimos gracias a Dios y rezamos por la paz y, a la bajada, unos riquísimos churros con chocolate.
¡Gracias a todos lo que lo hacéis posible!